miércoles, 28 de septiembre de 2011

comienzos

Me desperté en la orilla
arropado por el oleaje del mar,
me alentó una luz, que brilla
distante por un largo caminar
procedente de un faro.


Tras mirarlo interesado, estube
cautivado por su misterio;
su luz me inspira.
 El faro, final de un camino,
una vida, un destino.


Me levanté, firme, desorientado,
pero dispuesto a andar
cuanto fuera necesario.


Primeros pasos,
primeros poemas,
escritos sobre la arena
dirigiéndome hacia el faro.


Empiezo y no paro,
ya viviendo alegrías y penas
con la poseía circulando por mis venas
y el corazón humilde y claro.


Ando por donde ya andube
en sueños, pero esta vez
siendo una realidad.


Primeros pasos,
primeros poemas,
llenos de ortigas y azucenas
mostrando mi alma al descaro.


Empiezo y no paro,
mi libertad ya rompió mis cadenas
pero no me salvó de un dilema:
¿qué sucederá cuando llegue al faro?

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