miércoles, 28 de diciembre de 2011

Dolor de un adiós

Qué duro ver como el amor que adoras
se desvanece en un fugaz adiós ya ido
en lágrimas de cristal, ya perdido
en las arenas del mar y las horas.


En una bruma de recuerdo afloras
preciosa... Cristales rotos han sido
puñales de amor que me han herido
en silencio, ya sin tí, mientras lloras.


Labios que tiemblan al decir tu nombre
son cenizas de donde hubo una llama,
de donde ardían nuestros corazones.


Si te veo no esperes que no me asombre
pues fuiste aquello que cuando más se ama
se pierde. Espero que me perdones.

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