jueves, 24 de noviembre de 2011

cobardía por amor

No lo entiendo pero hazlo si quieres,
llámame ahora, sin piedad, cobarde,
que sé que es demasiado tarde
para tu amor. Ya no me prefieres.


Tu ausencia más me atormenta e hieres
a mi corazón que el vivo acero que arde.
Quema el silencio, silencio cobarde
del tiempo. La soledad me requiere.


Que pena que fuera mañana y no ayer
cuando mi susurro surcara tu oreja
declarando el amor que no quise perder.


Me quisiste cuando no quise querer,
¡tonto de mí! Ahora mi alma se queja
y yace a la espera de poderte tener.

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