domingo, 13 de noviembre de 2011

té para dos

En un té para dos
a las cinco de la tarde
se sirve en dos cuerpos,
de porcelana y carne,
el placer de la vida.


Sumisa a la gravedad,
lentamente, el caos de su impacto
concluye en la melodía de una taza
 llena de experiencias.


En un té para dos
a las cinco de la tarde
se sirve la vida,
disfrútala.

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