En tu piel ardieron, en su espesura,
recuerdos calcinados por la cita
de tu nombre en cada flor ya marchita
en cada por qué roto de amargura
quebrado en el silencio, en la dulzura
de tu voz sin aliento. Margarita
entre claveles, rosas, resucita
el amor en cenizas y madura.
Contemplé en la distancia tu espejismo
desvanecerse en la bruma espesa.
Frágil recuerdo, sutil flor de viento.
Eres tú la flor que brota en mí mismo
donde ya estuvo un amor que fue presa
del dolor frío. Y si te amo lo siento.
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